jueves, 14 de octubre de 2010

¿Quièn soy?

De todas las preguntas que pueden existir, esta es una de las más difíciles. Recuerdo bien una clase de filosofía en la preparatoria en la que el maestro (quien por cierto era psicólogo) mejor conocido como “El Tibu” nos dejo como examen final un ensayo constestando a la pregunta:



¿Cuál es la razón suficiente de tu existencia?

Esta pregunta es todo un acontecimiento para un adolescente, recuerdo verme sentada frente a la computadora con la hoja en blanco, y mi mente también. ¿Tú qué contestarías?

Todos los días, vivimos inmersos en una rutina establecida, cómoda (aunque muchas veces nos quejamos) y que nos resguarda porque no tienes que preguntarte qué es lo que tienes que hacer, ni hacia dónde te diriges. Pero en el momento en que esa rutina se rompe y tomas conciencia de cuál es tu función en este mundo, las cosas cambian. Dice un viejo dicho que "cuando un hombre sabe a donde va, el mundo se aparta para dejarlo pasar".

Es cierto que los cambios siempre causan conflicto, miedo, angustia. La incertidumbre nunca es un buen aliado. Y muchas veces al detenerme a reflexionar nuevamente sobre mi vida, me doy cuenta que no he realizado todos los sueños que he soñado, que no he seguido todos los trazos de mis metas, quizá por falta de tiempo otras veces por falta de dinero, y muchas otras por falta de valor.

Con agravio, en mis ya algunos ayeres he descubierto que esto no sólo me pasa a mi, a mi alrededor existen personas con el mismo problema, recuerdo hace muy poco haber tenido la oportunidad de conocer a la señorita que hace la limpieza en una estaciòn de radio: Juanita (por ponerle un nombre) tiene 21 años y sólo terminó la primaria. En nuestra primera conversaciòn me preguntó "hasta dónde llegaste", y sonriendo le contesté que terminé la universidad, y cuando le pregunté por qué no seguía estudiando, me respondió "me da miedo que no la haga". Esto me causó una gran impresión y profunda tristeza. Y sin embargo, resulta una cruel realidad, ¿cuántos de nosotros no hemos avanzado en el camino por miedo?

Yo confieso, que a mi me ha pasado muchas veces. Así que te comparto una experiencia, gracias a un buen amigo mio (Ivan Quecha) quién es asiduo lector de Jodorowsky, en una de esas pláticas me contó que todos tenemos etiquetas. ¿Etiquetas?
así es, nuestros padres, amigos, hermanos, vecinos, etc. nos dicen cómo tenemos que ser, qué debemos hacer y nos imponen un modelo de quién y cómo somos, de qué podemos y qué no podemos hacer, y de hasta dónde podemos llegar. Y nosotros, ingenuos e indefensos, (pobrecitos) andamos por la vida con un traje hecho de etiquetas, que desgraciadamente pesan y pesan mucho.

Yo, no lo podia creer, hasta que Ivan me dijo que escribiera en post it´s, todo lo que me han dicho acerca de mi las demás personas, lo bueno y lo malo. Y debo confesar que terminè envuelta en ellos y hecha un mar de llanto. Yo no sabía cuantas etiquetas traía encima. Finalmente, Ivan me dijo que saliera a la calle con todos esos pos it encima e hiciera mis tareas cotidianas; yo tenía que ir a la universidad, y no quería, pero al final lo hice. Recuerdo que todos me observaban como bicho raro, y yo me sentì francamente ridicula. Incluso me dio un ataque de risa descontrolado. Parecía una loca.

Al finalizar el experimento Ivan me preguntó cómo me sentí, y le conté la ridiculez que habia pasado, a lo que me respondió: "Todos los días llevas cargando esas etiquetas en modo invisible". Y entonces cai en la cuenta, de que efectivamente todos los dìas llevaba conmigo esas etiquetas y que era absurdo. Al final Quecha me sugirió que las hiciera bolita y las tirará a la basura, y desde entonces me siento mucho más liviana.

Si alguna vez te ha pasado esto, no te sugiero un libro de superaciòn personal, simplemente te doy un consejo: Toma conciencia de tus capacidades, cualidades, virtudes, y defectos. Y en base a ello, conocete y sabrás de todo lo que eres capaz de realizar y hasta donde puedes llegar. En la medida en que te esfuerces en cambiar esas debilidades que te han impedido avanzar en el camino, serás más feliz. Y también tira todas tus etiquetas.

pd. Si te gustó esta entrada, dejame un comentario.

4 comentarios:

  1. Orale q profundo...chido tu post, chido tu blog ;)
    entraras a mi lista d favoritos :P jejeje
    q estes bien :)
    p.d. oido al tibu ¬¬

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  2. jajaja yo también odio al tibu ñ.ñ gracias por tu comentario ñ.ñ =3 y a romper esas etiquetas!!

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  3. gracias x compartir estos pensamientos !! esta noche t lo agradezco mucho... =)

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  4. Es bueno saber que sirve de algo ;)

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