miércoles, 15 de agosto de 2012

No se admiten bebés



Double Income - No Kids ... yet ?

Este nuevo estilo de vida surge en los 80´s y se refiere a las parejas que deciden no tener hijos, cabe hacer incapié en la palabra decisión, ya que dichas parejas cuentan con la posibilidad biológica de reproducirse, sin embargo la rechazan.

¿La razón? existen diversos motivos por los que toman esta decisión; puede ser desde la desesperanza en un futuro estable debido a la situación global en materia ambiental, falta de agua, agotamiento de recursos naturales, excesiva contaminación, etc. Es decir que vislumbran la extinción y el deterioro de la calidad de vida a corto plazo, argumento suficiente para no desear ese destino fatídico para su descendencia.

También existe el acicate económico; en esta postura se manifiesta claramente el interés por mantener cierto estilo de vida y estatus social, ya que al no tener hijos sus ingresos pueden ser gastados en satisfacer sus deseos personales, sin tener que invertir en educación, alimentación y todo lo que conlleva la crianza de la progenie.

El ritmo de vida actual, el estrés y el cambio de rol de la mujer han tenido gran influencia en este nuevo estilo de vida. Debido a los extensos horarios de jornada laboral, la anteposición del desarrollo profesional sobre la maternidad y la falta de tiempo; existen muchas mujeres que deciden postergar o incluso renunciar a la procreación para dedicarse a otras áreas personales que les resultan más satisfactorias.

¿Y las implicaciones?

Esta generación de parejas DINK es una población creciente a nivel mundial, de acuerdo al Consejo Nacional de Población en México, entre 2000 y  2005 los hogares sin hijos se incrementaron de 7.7 a 8.6%.

La transición de este tipo de estructura familiar ha tenido complicaciones, como en todo, se presenta una resistencia al cambio en la cultura, partícularmente en países latinoamericanos donde se encuentra muy arraigada la tradición del matrimonio y los hijos, marcados como un proceso natural de vida.

Las jóvenes parejas que deciden vivir en unión libre y han superado el reto de encarar a las convenciones sociales sobre el matrimonio, ahora se enfrentan al cuestionamiento ante la decisión de no tener hijos. El señalamiento se vuelve común haciendo referencia a una posible homosexualidad, problemas en la pareja y una serie de suposiciones rídiculas e incluso presión social basada en tabués culturales.

¿Una pareja sin hijos es una familia?

El debate central parte de la estructura convencional hasta ahora: padres+hijos= familia. Por lo tanto, las parejas DINK son sometidas a un juicio social que les augura la infelicidad si no tienen hijos, e incluso puede llegar a insinuarse que es una familia incompleta o empobrecida.

Sin embargo, se ha comprobado que frecuentemente las parejas con hijos son menos felices que las parejas DINK . La idea de que tener hijos mejorará o consolidará el matrimonio es un mito. Estudios realizados en los 70´s por J.H. Larson, indican que convertirse en padres aumenta las responsabilidades, por lo tanto aumenta el estrés, disminuye la intimidad y el bienestar mental.

Los padres viven constantemente preocupados y ocupados por el desarrollo de sus hijos. El coste implica dinero, esfuerzo y tiempo, y el vinculo marital no necesariamente se consolida, al contrario puede resultar en deterioro ya que la atención se dirige hacia los niños y no hacia la pareja. Además de ser un compromiso de por vida, la paternidad es una gran responsabilidad, que incluso puede desembocar en el divorcio.

Las parejas DINK en cambio, se consolidan enfocandos en construir proyectos juntos,  y al no tener un vínculo sanguíneo como un hijo que los una, se ven forzados a trabajar más en la relación para fortalecerla. Además de los beneficios ecónomicos del doble salario.


¿Qué es mejor?


No existe una fórmula mágica que indique cuál es el camino a seguir. Sin embargo en el contexto actual que vivimos globalmente es importante valorar la situación en la que nos encontramos, nuestras posibilidades, recursos y capacidades para tomar la decisión adecuada.

Es imprescindible también tener en cuenta los deseos de la pareja, ya que no se debe forzar a nadie a tomar una desición contraria a sus aspiraciones, por ello es vital hablar con claridad sobre las metas que se tienen y el plan de vida. Es un error pensar que porque se está enamorado puede cambiar de opinión, resultará inevitable la infelicidad en una pareja donde uno de ellos ha decidido no tener hijos y el otro sí, alguno de los dos tendrá que sacrificar sus anhelos y desembocará en graves conflictos.

Por ello, es conveniente llegar a un acuerdo que satisfaga a ambas partes. Existen parejas que decidieron ser DINKY (Double Income No Kids Yet) es decir, que sólo decidieron postergar la paternidad para disfrutar de su matrimonio, pero la opción a tener hijos sigue abierta.

Uno de los peores errores que se puede cometer es imponer una decisión tan importante, por ejemplo decir que se está tomando anticonceptivos cuando no es así y resultar un embarazo no deseado por ambas partes, o viceversa, manifestar que se desea procrear cuando ya no es posible en términos biológicos. Esto solamente sería un engaño que defraudaría la confianza de la pareja y puede culminar la relación. 

La honestidad, confianza y racionalización siempre es el mejor camino.


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